Las lesiones en el mundo del deporte son muy frecuentes, algunas se deben a no calentar bien, a no realizar buenos estiramientos o a practicar deportes de impacto como correr, competiciones, saltar, deportes como patinar o deportes de pelota, como tenis.
A continuación, veremos las lesiones más frecuentes en el mundo del deporte y nos centraremos en la rotura del tendón de Aquiles.
Las lesiones más frecuentes
Las 8 lesiones deportivas más comunes son;
- Lesiones en la rodilla
Dentro de las lesiones de rodilla más comunes cabe destacar, la artrosis, en esta lesión, los cartílagos de la rodilla se desgastan por la actividad física. Este desgaste provoca inflamación Y mucho dolor. - Hinchazón muscular
El hinchazón del musculo suele relacionarse con tensión, sobrecarga o lesión muscular debido a un sobreesfuerzo en la actividad física. El dolor muscular tiende a localizarse en sectores específicos normalmente apareciendo después de la actividad en forma de tendinitis y tiene diversos tratamientos, como frió local, anti inflamatorios o reposo. - Fracturas
También grietas o rotura totales o parciales del tejido óseo, provocadas por golpes directos que pueden causar inflamación y sangrado. - Dislocaciones
Las dislocaciones o luxaciones son lesiones en las propias articulaciones que arrancan los extremos de los huesos y los sacan de su posición inicial. La causa suele ser un golpe o una caída fuerte y de impacto, normalmente se pueden producir dislocaciones en el codo, hombro, cadera, rodillas o tobillos, siendo estos los más frecuentes. - Lesiones en el tendón de Aquiles
Siendo este el más importante del cuerpo humano, cuando el tendón de Aquiles se rompe lo hace de forma completa y además brusca. Normalmente es que el paciente, casi siempre deportista, note un dolor muy agudo y fuerte en la zona, con la sensación de pinchazos o de haberle pegado una patada. A partir de ahí es muy difícil incluso caminar o mediar un paso. - Esguinces
Esta lesión se da cuando uno o varios ligamentos de rodilla han sufrido un exceso estiramiento debido normalmente a un retorcimiento. - Torceduras de ligamento
Los ligamentos pueden torcerse o pueden romperse, es sin duda una de las lesiones más preocupantes y frecuentes en los deportistas. La articulación del tobillo une pantorrilla y pie.Existen tres tipos de roturas de ligamento:- Los colaterales de articulación del tobillo, sobretodo el externo.
- La rotura del ligamento de la articulación denominada pulgar del esquiador.
- Las más escuchada, ligamento cruzado de rodilla.
- Rotura de ligamentos
Es una lesión habitual en deportistas profesionales, especialmente en los deportes donde hay que correr, parar, saltar y cambiar de dirección con frecuencia, como en el fútbol por ejemplo.
Estas son algunas de las lesiones más frecuentes que podemos tener en el deporte, no obstante hay muchas otras menos normales o poco comunes en la práctica deportiva.
El calentamiento antes del ejercicio, será una fase importante para preparar el musculo y evitar esta clase de lesiones, además los posteriores estiramientos de forma adecuada.
Hoy en día existen numerosos tratamientos para recuperarse de una lesión de forma rápida, siendo la electro estimulación muy utilizada para casos de rehabilitación.
Pero además de esto, existe un gran avance en otros tratamientos, como los parches con medicamento de alivio directo en la zona del dolor.
Son un gran adelanto para recuperarse pronto de las lesiones.
¿Cómo evitar lesionarnos?
Cualquier persona que frecuente una sala de pesas desde hace bastante tiempo podrá decir que algún compañero suyo, o él mismo, padece o ha padecido molestias o lesiones de hombro, rodilla, codo…
Esto se cumple casi casi al 100 %. Por desgracia las lesiones son el pan de cada día en las salas de musculación; exceso de peso, mala ejecución del ejercicio y la ausencia de calentamiento son algunas de las causas más comunes.
Las prisas no son buenas consejeras, el entrenamiento se debe basar en la constancia y en el buen hacer, poco a poco, ya que todo lo que se podría avanzar rápidamente lo perderemos cuando nos veamos obligados a parar debido a una lesión.
Si queremos evitar, dentro de lo posible, estos problemas deberemos cuidar los siguientes detalles.
El calentamiento
Cualquier sesión de entrenamiento debería comenzar con un buen calentamiento de, al menos, 10 minutos para jóvenes y de 15 – 20 para personas a partir de 35 o 40 años.
Además de calentar nuestros músculos, nos servirá para evaluar nuestro estado físico notando si tenemos pequeñas molestias en las articulaciones antes de empezar con el ejercicio intenso.
Además de ejercicio aeróbico, se deben realizar movimientos similares a los que vamos a incluir en el entrenamiento posterior, para ello, una buena idea es realizar unas pocas series sin peso o con muy poco peso de los ejercicio que luego haremos.
Cuidado en el movimiento negativo
Está claro que se debe levantar o mover un peso considerable con cuidado, pero no resulta raro ver a gente que realiza el movimiento negativo del ejercicio de manera muy rápida.
Debemos tener en cuenta que ese peso que estamos moviendo lo vamos a tener que frenar para empezar de nuevo la repetición, y esto puede causarnos alguna lesión tanto muscular como articular.
En esta fase del ejercicio el peso debe ir controlado también, de manera que nos cueste unos 3 o 4 segundos realizarla.
Además, realizando así el ejercicio conseguiremos un trabajo más intenso del músculo.
Controla las repeticiones explosivas
En algún momento del año puede que nuestro entrenamiento se base en ciertos ejercicios que requieran la realización de movimientos explosivos, como por ejemplo las arrancadas, el peso muerto, salto al cajón…
Al realizar este tipo de entrenamientos las articulaciones se ven sometidas a un trabajo mucho más agresivo, por lo tanto debemos ser conscientes de que el peso que vayamos a mover no sea excesivo y, sobre todo, tener muy claro cómo se debe realizar el movimiento, ya que una mal giro puede resultar fatal para la articulación.
A menor número de repeticiones, mayor riesgo de lesión
Los principiantes siempre deberán realizar series de 12 – 15 repeticiones.
Debemos tener en cuenta que a menor número de repeticiones, mayor peso deberemos mover, y esto solo lo deben hacer aquellos que ya tengan cierta experiencia y conozcan a la perfección el ejercicio a realizar.
Para estos últimos recomendar el uso del sentido común, está claro que si estamos realizando una rutina de fuerza tendremos que ir al límite, e ir incrementado el peso semana a semana. Lo mejor es realizar este incremento poco a poco y no querer correr cargando 20 kilos más por lado de golpe.
Ante todo mover un peso que nos haga esforzarnos al máximo pero que nos permita realizar el movimiento de manera correcta (a tener muy en cuenta en ejercicios como las sentadillas, peso muerto o press militar)
El uso de elementos protectores es muy importante
Cuando ya tenemos un nivel aceptable y movemos pesos de consideración, es muy recomendable el uso de muñequeras, coderas, tobilleras o rodilleras, de esta manera protegeremos la articulación en cuestión.
Evidentemente no deberemos llevar puestas todas las protecciones en cada entrenamiento, tan solo aquellas que necesitaremos para el trabajo de esa jornada.
También es recomendable el uso del cinturón lumbar en aquellos ejercicios en los que los lumbares se van a ver muy solicitados en su función estabilizadora, como por ejemplo en el press militar de pie, en el peso muerto o en las sentadillas, de esta manera evitaremos una sobrecarga en dicha zona, ya que este tipo de lesiones son muy frecuentes.