¿Existe la memoria muscular Qué es y cómo funciona

¿Existe la memoria muscular? Qué es y cómo funciona

La memoria muscular es un mecanismo que permite al cuerpo recordar y realizar con mayor facilidad movimientos o habilidades que han sido entrenadas con anterioridad, siendo interesante que esto se mantiene después de un periodo de inactividad.

Para un deportista que entrena en el gimnasio, la memoria muscular se traduce en que puede recuperar fuerza y habilidad más rápido después de un parón, ayudando a coger el ritmo con menos esfuerzo.

Es por esto que, las personas que paran el entrenamiento en el gimnasio durante, por ejemplo, 1 año y que llevan toda la vida entrenando, pueden volver a su nivel previo en poco tiempo comparado con un principiante.

En este artículo vamos a ver qué es la memoria muscular y cómo funciona, si existe, si se pierde, cuánto dura y como ayuda a la hipertrofia, basándonos en estudios científicos.

Qué es la memoria muscular en hipertrofia

La memoria muscular, en el contexto de la hipertrofia y el entrenamiento de fuerza, se refiere a la capacidad del cuerpo para recordar y retomar rápidamente el desarrollo muscular y la fuerza después de un periodo de inactividad.

Esto es de interés para aquellos que buscan aumentar su masa muscular o mejorar su rendimiento en deportes de fuerza.

Cuando una persona entrena para la hipertrofia, se producen adaptaciones tanto en el sistema muscular como en el sistema nervioso.

La repetición constante de ejercicios específicos crea nuevas conexiones neuronales y adapta las fibras musculares, permitiendo que el cuerpo se vuelva más eficiente en la ejecución de esos movimientos.

Se dice que, cuando una persona deja de entrenar, se pueden perder algunas de estas adaptaciones, pero no todas.

Gracias a la memoria muscular, una vez que se vuelve al entrenamiento, el cuerpo puede recuperar más rápido la masa muscular y la fuerza de antes, en un tiempo más corto que el necesario para ganar esos mismos beneficios por primera vez.

Hay estudios que han demostrado que las células musculares, o miocitos, pueden retener información sobre su tamaño y capacidad funcional tras un periodo de inactividad.

Esto se debe a que las células musculares pueden mantener un número elevado de núcleos incluso después de perder masa muscular.

Estos núcleos, que vienen de las células satélite activadas durante el entrenamiento, facilitan una recuperación más rápida y eficaz cuando la persona vuelve a entrenar.

Sin embargo, estos estudios son realizados en animales, por lo que vamos a ver estudios más recientes en humanos para ver si esto se cumple también.

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Fibras musculares esqueléticas y memoria muscular

Las fibras musculares esqueléticas son células grandes y con muchos núcleos, conteniendo cada fibra cientos o miles de núcleos.

Por ejemplo, una fibra del bíceps humano de 10 cm puede tener alrededor de 3000 núcleos, que se encuentran en la periferia de la célula, cerca de la membrana plasmática.

Los miocitos, que son los núcleos de las fibras musculares, tienen una forma alargada y están organizados de manera que se repelen entre sí, lo que lleva a una distribución uniforme a lo largo de la fibra.

Este patrón se conoce como dominio mionuclear, donde cada núcleo controla una sección de la fibra.

Según la teoría del dominio mionuclear, debe existir una relación lineal entre el número de núcleos y el tamaño de la fibra muscular.

Estudios recientes en animales dicen que los mionúcleos no se pierden durante la atrofia, lo que lleva a la hipótesis de permanencia mionuclear, como hemos dicho antes.

Esto nos daría un crecimiento más eficiente de las fibras musculares durante el reentrenamiento, lo que se conoce como memoria muscular.

La memoria muscular puede hacernos más fácil un crecimiento más rápido en personas que hayan entrenado anteriormente.

Sin embargo, como hemos dicho, la mayoría de los estudios sobre memoria muscular se han hecho en roedores, y llevar esos resultados a los humanos es algo delicado, debido a las diferencias en la estructura y el metabolismo muscular.

Evidencia en humanos sobre la memoria muscular

Evidencia en humanos sobre la memoria muscular

La idea de que el músculo esquelético puede tener algún tipo de memoria aparece de observaciones en humanos, donde personas que han entrenado un tiempo considerable parecen recuperar masa muscular y fuerza más rápidamente al volver al entrenamiento.

Por ejemplo, Staron et al. demostraron que mujeres podían recuperar fuerza y tamaño muscular en 6 semanas de reentrenamiento, a un ritmo comparable al de 20 semanas para una principiante.

mean cross-sectional area

Esto sugiere la existencia de algún mecanismo local de memoria muscular que facilita esta rápida recuperación.

Sin embargo, fue más tarde cuando se comenzaron a ver pruebas en estudios con animales que indicaban que los mionúcleos no necesariamente se pierden durante la atrofia.

Esto llevó a la idea sobre la memoria muscular por permanencia de los mionúcleos.

A pesar de ello, la investigación sobre esta hipótesis ha estado centrada en estudios animales, y llevarlo a los humanos es algo complicado.

Existen varios estudios en humanos que dan evidencia que podría apoyar o contradecir la hipótesis de la memoria muscular.

Por ejemplo, estudios sobre inactividad física a corto plazo en humanos han mostrado información sobre si los mionúcleos se pierden durante la atrofia muscular aguda.

  • Mientras algunos no han encontrado cambios en el contenido mionuclear después de la reducción de actividad.
  • Otros han mostrado que la atrofia muscular puede ir acompañada de una disminución pequeña, pero significativa (5%-10%), en el contenido mionuclear después de 14 días de reposo.

En un estudio de Snijder et al. 2019 no se detectó pérdida de mionúcleos en personas enfermas, a pesar de que tener una atrofia muscular importante de aproximadamente el 20% en 7 días de sedación total.

Esta falta de consenso puede ser por las diferencias en los modelos de inactividad utilizados, lo que crea variaciones en la atrofia.

No es lo mismo estar 1 semana postrado en cama sin moverse, que parar 2 meses de entrenar, pero seguir haciendo actividades cotidianas.

Según Snijders, los mionúcleos no se pierden en grandes cantidades tras la atrofia muscular inducida por inactividad física a corto plazo.

Tamaño de fibra, memoria muscular y número de mionúcleos

La teoría del dominio mionuclear nos dice que existe una relación lineal entre el tamaño de las fibras musculares y el número de mionúcleos, algo visto de manera habitual en el tejido muscular esquelético humano.

Estudios de Snijders et al. sobre el tamaño de las fibras musculares de tipo I y tipo II, así como el contenido de mionúcleos en humanos no entrenados, muestran una relación lineal positiva entre el tamaño de la fibra muscular y el número de mionúcleos.

También correlación entre el tamaño de la fibra y el tamaño del dominio mionuclear.

Un estudio posterior muestra que estas relaciones lineales entre el tamaño de las fibras musculares de tipo I y II y el contenido de mionúcleos se mantienen conforme las personas envejecen.

Es importante destacar que el envejecimiento se asocia con una disminución en el tamaño de las fibras musculares, especialmente en las fibras de tipo II.

Esto sugiere que el contenido de mionúcleos es flexible y puede no mantenerse de manera indefinida a lo largo de la vida.

Memoria muscular a largo plazo en humanos

Memoria muscular a largo plazo en humanos

Hablando de memoria muscular, se dice que los mionúcleos pueden mantenerse en el músculo durante períodos prolongados o incluso indefinidos.

Esto puede ser interesante para volver al tamaño normal de las fibras musculares después de períodos de pérdida de masa muscular por inactividad.

Sin embargo, estudios en humanos muestran que la retención de mionúcleos no es necesariamente indefinida.

Por ejemplo, Snijders et al. han observado que el tamaño de las fibras musculares de tipo I y II, así como el contenido de mionúcleos, es significativamente menor en los músculos de personas con lesión medular, hasta 9 años después de la lesión, en comparación con controles sanos de la misma edad.

También, personas con esclerosis múltiple tienen un tamaño de fibras y contenido mionuclear más pequeño en comparación con personas sanas.

En un análisis con 302 hombres sanos de diversas edades, se vio que las fibras musculares de tipo II eran bastante más pequeñas en los adultos mayores, con un contenido de mionúcleos y un tamaño de dominio mionuclear también más pequeño.

Estos datos nos dicen que el contenido de mionúcleos no se mantiene indefinidamente a lo largo de la vida.

En un estudio de Snijders et al. sobre entrenamiento y desentrenamiento en 35 adultos mayores sanos, después de 6 meses de entrenamiento de fuerza, se vio un aumento significativo, tanto en el tamaño de las fibras musculares como en el contenido de mionúcleos.

Sin embargo, 1 año de desentrenamiento resultó en la reducción de estos indicadores a niveles del principio.

Estos resultados van en la línea de investigaciones anteriores en animales que vieron una disminución en el contenido de mionúcleos en el desentrenamiento.

En general, la mayoría de los estudios humanos no respaldan la idea de que los mionúcleos se mantengan indefinidamente.

Sin embargo, esto no deja de lado la posibilidad de que el tamaño del dominio mionuclear sea flexible.

Un tamaño más pequeño del dominio mionuclear podría permitir un crecimiento más eficiente de las fibras musculares, lo que explica la facilidad para volver a generar fuerza e hipertrofia.

Pruebas de memoria muscular con permanencia de mionúcleos en humanos

Hasta la fecha, solo hay un estudio que ha intentado probar directamente la hipótesis de la memoria muscular observando la permanencia de mionúcleos en humanos.

Es el estudio de Psilander et al:

Hombres jóvenes sanos realizaron un programa de entrenamiento de fuerza unilateral de piernas durante 10 semanas, seguido de 20 semanas de desentrenamiento, y un posterior reentrenamiento bilateral de 5 semanas.

Pruebas de memoria muscular con permanencia de mionúcleos en humanos

Durante las 10 semanas iniciales, se observaron aumentos significativos en el grosor y la fuerza del músculo esquelético, aunque estos beneficios se perdieron en su mayoría durante el período de desentrenamiento.

Sin embargo, al reentrenar, no se encontraron diferencias significativas en el grosor del músculo ni en las ganancias de fuerza entre la pierna previamente entrenada y la no entrenada.

Se tomaron biopsias musculares antes y después de las 10 semanas de entrenamiento, así como de ambas piernas antes y después de las 5 semanas de reentrenamiento.

Los resultados mostraron que el tamaño de las fibras musculares de tipo I y tipo II aumentó significativamente en respuesta al entrenamiento inicial, con incrementos del 13% y 17%, respectivamente.

Sin embargo, el tamaño de las fibras musculares no mostró cambios durante el período de desentrenamiento ni en las 5 semanas de reentrenamiento.

tamaño de las fibras musculares no mostró cambios durante el período de desentrenamiento ni en las 5 semanas de reentrenamiento

Además, no se detectaron cambios en el contenido de mionúcleos a lo largo de todas las fases del estudio.

El aumento en el tamaño de las fibras musculares observado durante las 10 semanas iniciales de entrenamiento pudo haber sido demasiado pequeño como para generar un aumento en el contenido de mionúcleos.

Esto choca con la presencia de una memoria muscular por la retención de mionúcleos en humanos.

Como resultado de este estudio y sus posteriores análisis, actualmente no hay consenso sobre la existencia de memoria muscular por la permanencia de mionúcleos en el músculo esquelético humano.

¿Existe la memoria muscular?

Con todo lo visto hasta el momento en este artículo sobre memoria muscular, podemos concluir lo siguiente.

La evidencia científica actual no nos da consenso sobre la existencia de memoria muscular por permanencia de mionúcleos en tejido muscular esquelético humano.

Hace falta más estudios en humanos para corroborar la hipótesis de la memoria muscular.

Referencias