Un aspecto importante y al que debemos prestar atención cuando nos ejercitamos, ya sea aeróbica o anaeróbicamente, es la respiración.
Es el proceso mediante el cual aportamos oxígeno a nuestros músculos y organismo en general, y al que no le prestamos la atención que requiere en numerosas ocasiones.
Cuando realizamos alguna actividad física nuestro cuerpo aumenta su demanda de oxígeno, un buen patrón de respiración ayudará a nuestros músculos a seguir trabajando y mantener el nivel que les estamos exigiendo.
¿Qué ocurre cuando respiramos?
Explicado de una manera general, al inspirar el aire llena unos saquitos muy pequeños que tenemos en los pulmones, estos son los alveolos, de estos se suministra el oxígeno a los glóbulos rojos de la sangre, y ésta a cambio transfiere el dióxido de carbono a los alveolos, de manera que al espirar expulsamos este dióxido de carbono.
La sangre rica en oxígeno toma dirección al corazón y éste la bombea a todo el cuerpo, es decir, a nuestro organismo y a los músculos activos durante la actividad deportiva.
Cuanto más entrenados estemos, más rápido será el intercambio oxígeno-dióxido de carbono que se lleva a cabo en los alvéolos.
Tipos de respiración
Los dos tipos más importantes de respiración son:
- Respiración intercostal o pulmonar: En ella intervienen los músculos intercostales externos y veremos que el tórax se mueve hacia afuera al inspirar, expandiendo la caja torácica, y hacia dentro al espirar.
- Respiración diafragmática: En este caso al inspirar es el abdomen el que se hincha al llenarse de aire la parte baja de los pulmones, de manera que al inspirar, los pulmones se llenan de aire empujando el diafragma hacia abajo, y al espirar el abdomen vuelve a su posición natural.
Una buena respiración es un factor muy importante para un buen rendimiento deportivo
Tenemos dos vías para obtener oxígeno, una es la nariz, y la otra la boca. Debemos intentar, siempre que sea posible, obtener el aire por la nariz, inspirando fuertemente, y expulsarlo por la boca.
El motivo por el cual es conveniente inspirar por la nariz es porque el aire entrará más purificado a los pulmones y además se calentará, por lo que llegará en mejores condiciones a nuestro organismo.
Cuando realicemos una actividad aeróbica de resistencia, como ciclismo o carrera deberemos intentar que nuestra respiración mantenga un ritmo relajado y profundo.
Si estamos realizando una actividad anaeróbica, como ejercitar nuestro cuerpo mediante el levantamiento de pesas, lo que debemos hacer es espirar el aire en el momento que realizamos la fase concéntrica, es decir, espirar al levantar el peso o realizar el esfuerzo, e inspirar en la posición relajada o mientras lo bajamos, antes de realizar el movimiento.
Deberemos sincronizar nuestra respiración con las fases del ejercicio, un error muy común es retener el aire en el momento es que estamos realizando el esfuerzo, esto lo que provoca es un aumento de la presión arterial.
Cuando realicemos abdominales deberemos espirar al elevar el tronco y espirar al bajarlo.
Quizá pueda parecer algo engorroso el estar pensando como respirar mientras realizamos ejercicio, pero a poco que le dediquemos un poco de entrenamiento automatizaremos estas pautas y nos servirán para mejorar nuestro rendimiento.