En numerosas ocasiones, cuando alguien se decide a realizar deporte para mejorar su estado de forma, físico o de salud, opta por salir a correr o apuntarse a un gimnasio. Sin duda son una muy buena opción, pero existen otras alternativas muy recomendables también y que no se suelen tener en cuenta, como por ejemplo la natación.
Nadar es una actividad muy saludable y además perfectamente combinable con otras actividades deportivas que realicemos habitualmente, y, gracias a la cantidad de piscinas climatizadas o cubiertas, tanto municipales como privadas que tenemos a nuestra disposición, podremos realizar esta actividad ininterrumpidamente durante todo el año. La natación es un deporte muy completo y que nos puede beneficiar en muchos aspectos.
Nadar durante media hora hará que eliminemos grasa de nuestro organismo al quemar una elevada cantidad de calorías debido a la resistencia que ofrece el agua a nuestros movimientos, que activemos nuestro metabolismo y, además, que trabajemos y desarrollemos la resistencia cardiopulmonar.
También ayudará a mejorar nuestra capacidad motriz y equilibrio, ya que deberemos coordinar nuestros movimientos y respiración. Si practicamos con regularidad este deporte obtendremos unos músculos definidos y tonificados, además de liberarlos de la tensión y estrés que acumulan diariamente.
Una de sus principales ventajas es que, al desarrollarse en el agua, el impacto y el daño que sufren nuestras articulaciones es nulo, por lo que las probabilidades de sufrir una lesión articular son mínimas. Además, resulta ser una buena actividad recuperadora para aquellas personas que hayan sufrido alguna lesión articular, ayudando a fortalecer tendones y ligamentos.
Además de cuidar nuestras articulaciones, la natación resulta un deporte excelente para aquellas personas con problemas de espalda, de columna vertebral o de cervicales ya que mientras realizamos esta actividad, la espalda apenas soporta carga, ni siquiera la de nuestro propio cuerpo gracias a que se desarrolla en el agua.
Para aquellas personas que padezcan una mala circulación sanguínea es muy recomendable practicar natación (y cualquier deporte que se realice dentro del agua), ya que, al estar constantemente sumergidos, favoreceremos esta circulación. También para las personas que padezcan tensión arterial alta.
Resulta muy útil para las mujeres embarazadas que quieren seguir practicando deporte durante los primeros meses de gestación al no realizar movimientos bruscos ni grandes esfuerzos.
Las personas que sufran asma o alguna afección pulmonar también se verán beneficiadas por la práctica de esta actividad ya que, al desarrollarse en un ambiente húmedo como es una piscina, respirarán con mayor facilidad.
Así mismo resulta una opción más que adecuada para las personas mayores y de la tercera edad, ya que no existe riesgo de sufrir caídas o torceduras.
En definitiva, la natación combina el trabajo aeróbico que podemos realizar, por ejemplo, corriendo o practicando ciclismo, con el añadido de que trabajamos también muscularmente casi todas las zonas de nuestro cuerpo con cierta resistencia gracias al agua, por lo tanto, el desarrollo muscular será mayor que con cualquier otra actividad aeróbica.
Nadar entre 3 y 5 días por semana va a producir valiosos beneficios en nuestro cuerpo y en nuestro estado de salud, además de ser una actividad que no excluye a casi nadie, es más, resulta de lo más adecuado para los que padezcan molestias o hayan sufrido lesiones en otros deportes.
El equipo necesario tampoco resulta excesivamente caro, ya que únicamente nos harán falta unas gafas, gorro de baño y el bañador, así como la entrada a la piscina, las cuales no es raro que ofrezcan bonos descuentos para los que piensan acudir un determinado número de días al mes.